domingo, 22 de abril de 2007

Matemática, el eslabón perdido entre enseñanza y aprendizaje

Esta semana tratamos varios tópicos que me parecieron sumamente importantes para mi futuro trabajo docente. Entre ellos, el hecho de que no podemos hablar de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas sino tenemos claro de qué es la matemática, situación la cual me hacer recordar reflexiones pasadas en donde yo daba a entender que era fundamental que nosotros como profesores le encontráramos sentido a lo que enseñamos, puesto que si uno le encuentra sentido a un contenido es porque lo entiende, lo conoce y sabe lo que es. Es por esta razón, que es importante que hagamos ver a nuestros alumnos que la matemática es un constructo social que fue creado para solucionar diversos problemas que ocurrieron en la sociedad, y que en la actualidad, se encuentra presente en todos los ámbitos del quehacer humano, con el objetivo de que comprendan el por qué se tiene que aprender matemáticas en la escuela. Para esto es imprescindible no caer en la enfermedad didáctica, es decir, pensar que la matemática no tiene ninguna vinculación con la realidad. No podemos caer en la necedad de que nuestros alumnos perciban que tienen que aprender matemática exclusivamente porque se enseña en la escuela, por el contrario, tenemos que ser capaces de estimular a nuestros alumnos, a través de situaciones concretas donde, ellos mismos, puedan observar para que les sirve lo que están aprendiendo, es decir, aquí juega un papel importante lo que es la “transposición didáctica de los contenidos” (llevar el saber sabio a un saber enseñado) y “la aplicación del contenido” (su utilidad), con el fin de que ellos le otorguen sentido a lo que aprenden, y de esta forma logren un aprendizaje significativo.
Para lograr un aprendizaje significativo no sólo influye lo anterior, sino también, muchos otros factores, entre ellos, el hecho de que uno cono profesor no debe enseñar solamente contenidos intramatemáticos, es decir, basarse en la resolución de problemas o actividades que sólo se utilizan matemática pura, dejando de lado toda conexión con la realidad; ni tampoco, abocarse únicamente a la utilización de la matemática como herramienta para solucionar problema que se presentan en el diario vivir; sino más bien lograr un equilibrio entre ambos.
Otro factor importante, es el hecho de poder enseñarles a los alumnos como modelizar la realidad a través de modelos matemáticos, es decir, que ellos sean capaces de poder llevar un problema de la vida real a un contexto matemático, observando así, la utilidad de la matemática, y por ende, una mayor aprehensión de los conceptos utilizados en la resolución de dicho problema.
Otra cosa que me pareció importante de los temas tratados fue el hecho de que el alumno se transforme en un pequeño matemático, es decir, que sea el mismo el que realice y descubra la matemática. Creo que es importantísimo que los alumnos descubran las cocas que estudian porque se motivan, se creen el cuento de que son inteligentes, trabajan con energía, pero lo más importante aprenden significativamente. Para ello, es fundamental otro tópico tratado en clases que es “el estudio”, concepto el cual uno muchas veces entiende erróneamente, pensando que solamente significa estudiar para una prueba. Pero el estudio no sólo significa estudiar para una prueba, sino que engloba todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, es decir, que el estudio no sólo se realiza en la escuela con el profesor, sino que el estudio es algo que debería ser permanente en las personas, de tal manera que ellas puedan estudiar solas, con amigos, a través de los apuntes del profesor, de textos, en la escuela o en cualquier lugar. Lo importante es que el estudio sea un continuo de tal manera que el aprendizaje sea realmente significativo.
También me llamó mucho la atención dos tópicos más, el de “contrato didáctico” y el de “pensamiento del profesor “. Primero, el contrato didáctico lo podemos definir como las reglas implícitas que existen entre el profesor y el estudiante, el cual consiste en que el profesor no puede preguntarles nada de lo que el no les a enseñado, o bien, realizarle preguntas que no tengan respuestas, recayendo así, toda la responsabilidad en el profesor sobre lo que los alumnos están aprendiendo. Con respecto a esto pienso que los alumnos han sido condicionados a creer que el profesor es el amo y señor de la verdad, lo cual no me parece, pues somos personas igual que ellos con las mismas posibilidades que cometer algún error. Por otro lado pienso, que los alumnos no tienen protagonismo en el aprendizaje de las matemáticas, lo cual lo he observado en los profesores que les hacen clases a los alumnos que yo les hago clases particulares, los cuales lo único que hacen es entregar guías y mas guías para que los estudiantes la resuelvan ¿quién va aprender matemática de esta forma?, y además, las pruebas se las hacen de alternativa, evaluándose de esta manera simplemente el resultado, ¿y que más se podría evaluar si lo único que se les ha enseñado (si se le puede llamar así) es mecanizarse como una calculador?. Creo que es nefasto para la sociedad la existencia de este tipo de profesores que lo único que hacen es lograr que los alumnos tengan más y más rechazo a las matemáticas. Pienso que es fundamental que nosotros como profesores no sigamos estos ejemplos, sino que nos preocupemos de mostrarles a nuestros alumnos, primeramente, el sentido que tiene aprender matemática, y segundo, hacerles ver que nosotros somos sus guías en la construcción de su conocimiento, pero que de ninguna manera tenemos la verdad absoluta, y para ello es primordial crear lazos de confianza con los alumnos para que ellos sientan que tienen la posibilidad de decirle al profesor, usted está equivocado, se puede realizar de otra manera el ejercicio, la evaluación que nos realiza no nos gusta, etc. Sin duda, todo esto esta relacionado con el segundo tópico, el pensamiento del profesor, puesto que en gran medida el aprendizaje de los alumnos va a estar influenciado por la forma en que éste piense, pues si considera que sus alumnos no son capaces de descubrir, les entregará todos los conocimientos ya elaborados, es decir, ve al alumno como un receptor de información. En cambio, si el profesor, cree en que sus alumnos son capaces de realizar grandes cosas, ese profesor va a ser lo imposible para que sus alumnos aprendan significativamente. Por otra parte, el pensamiento del profesor va a influir en la forma que éste tiene de enseñar, es decir, puede ser un profesor con un estilo de enseñanza constructivista, conductista, tradicionalista, o simplemente, tener un estilo cognitivo, todo lo cual va a influir en la forma en que los estudiantes aprenden.
El pensamiento del profesor lo relaciono inmediatamente con otro tópico tratado en la clase, el de la “irresponsabilidad matemática de los alumnos”, por que creo que dicha irresponsabilidad por parte de los alumnos es exclusiva responsabilidad del profesor, pues es el mismo docente el que se a encargado de aislar las matemáticas del entorno donde nos desenvolvemos, es él mismo el que no se interesa por los procedimientos que realiza el alumno al resolver un ejercicio, es él el que se ha encargado de que los alumnos se mecanicen y realicen los ejercicios sin entender por qué los hacen, etc. Entonces con qué cara podemos decirles flojos o tontos a nuestros alumnos si somos nosotros mismos los que los condicionamos a no aprender nada, porque somos nosotros los que no entendemos para que nos sirve la matemática.
En síntesis, pienso que es de vital importancia tomar en consideración cada uno de estos tópicos con el fin de no seguir reproduciendo lo que hoy en día vemos frecuentemente (profesores de matemática que no están comprometidos con sus alumnos). Es una situación compleja que a mí me inquieta cada día más porque veo que pronto saldré de la universidad y aún no se cómo le voy a enseñar a mis alumnos que le encuentren sentido a algo que yo personalmente no he construido completamente. Sólo espero hacerlo lo mejor posible y contestarme algún día la siguiente pregunta ¿qué es ser un buen profesor?

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